La Ley Orgánica de Universidades establece que la Universidad asume como uno de sus objetivos esenciales el desarrollo de la investigación científica, tanto básica como aplicada, bajo criterios de excelencia, procurando fomentar la competitividad de las empresas.

La colaboración Universidad-Empresa se configura como una herramienta estratégica para las empresas, que disponen de esta manera de los últimos avances en materia científica para mejorar sus productos y procesos.

El legislador incentiva dicha colaboración estableciendo un régimen de deducción en el Impuesto sobre Sociedades especialmente beneficioso para las empresas que desarrollen su actividad de I+D+i a través de Universidades.

Dicho incentivo fiscal se configura como el principal instrumento de ahorro fiscal de cara a la minoración de la carga tributaria que deben soportar las empresas.

La aplicación de la mencionada deducción requiere que la Administración califique los proyectos como de I+D+i. La colaboración con las Universidades favorece que tales proyectos sean calificados como de I+D+i, y por tanto los gastos incurridos sean acogibles a la deducción.