La Universidad de León recuerda a Gonzalo Baladrón, pilar en la historia de la Escuela de Ingenierías
- Ligado a la ULE desde 1987, fallecía este lunes dejando una huella profunda en toda la comunidad universitaria. Desde la Escuela de Ingenierías han querido recordarle a través de unas palabras de quiénes mejor le conocieron
Con profundo dolor y tristeza, la Universidad de León lamenta el fallecimiento del profesor Gonzalo Baladrón Gaitero, miembro de la Escuela de Ingenierías desde el año 1987. Su dilatada trayectoria refleja su papel como pilar fundamental en la evolución de la institución académica, sin que la historia de la Escuela se puede comprender sin su valiosa aportación.
El lunes, de manera inesperada, fallecía estando literalmente al pie del cañón, dado que la alerta se dio mientras sus estudiantes les esperaban para realizar un examen. Una persona de gran de gran carácter, cuya entrega y compromiso dejan una huella profunda en toda la comunidad universitaria.
No es de extrañar que durante estos días han sido muchos los estudiantes que han trasladado su cariño a la Escuela, desde donde lamentan el gran vacío que deja la pérdida de Gonzalo, tanto en el plano profesional como en el personal. Su legado permanecerá en la Universidad de León, y es motivo de orgullo que su hijo Víctor recoja el testigo de su buen hacer, dando continuidad al ejemplo de compromiso y dedicación con la institución académica y la formación que siempre lo caracterizó.
Por ello, desde la Escuela de Ingenierías han querido recordarle a través de las palabras de quienes mejor le conocían y compartieron con él tantas horas de trabajo y vida. Seguro que quiénes le conocieron saben quiénes dedican estas palabras.
“Hola Gonzalo, ¡Cuánto te vamos a echar de menos! En el barril con tu café con leche (en vaso largo de cristal, por supuesto) o tu cañón de cerveza, discutiendo sobre cualquier tema, vehementemente, o comentando una peli (“buenas, que venía a hablarle de Dostoievski…”) o intentando poner nombres nuevos a las asignaturas nuevas (Cálculo Avanzado de Construcciones Arquitectónicas, CACA o, Patologías Industriales y Sostenibilidad, PIS). No colaron. O comentando el último libro que habías leído. (Eso todos los días, porque siempre estabas leyendo).
O cuando te dio por hacer esgrima. Tuvimos que indicarte donde se compraban los chándales y las zapatillas de deporte (Entendible, acostumbrado a tus Levis, Panana o Ray Ban). La práctica no sé cómo se te daba, pero de lo que sí estoy seguro es de que no había nadie que supiese tanta teoría como tú. Así eras, ávido lector, estudioso, enfrascado en aprender, en saber, para luego transmitir. Sin duda uno de los mejores profesores que ha tenido esta Escuela. Para entender bien la elasticidad, “lo que necesitas es a Mohr”.
Han sido muchos buenos años a tu lado, compartiendo despacho, en reuniones de área, en consejos de departamento (alguno muy, muy acalorado), en comidas, en celebraciones, en cursos, en viajes (cuando decidimos quedarnos a pernoctar en Ponferrada después de ver como el tapacubos de tu Lancia nos adelantaba por la derecha), en tertulias mano a mano a la hora del vino…, en fin, compartiendo parte de nuestras vidas.
¡Cuánto te vamos a echar de menos!
El área de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras de la Universidad de León y no Mecánica de los Medios Continuos y Teoría de Estructuras, que hasta en eso eras detallista y riguroso.”