El Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (IBIOMED) investiga la incidencia de la calidad del agua en los tumores más comunes

La revista científica Gaceta Sanitaria, editada la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), ha publicado recientemente un artículo), en el que se ofrecen los resultados del análisis de las concentraciones de nitrato y otros elementos en agua embotellada y municipal en España, que se ha realizado con el objetivo de averiguar si su composición puede influir en el desarrollo de los tumores de mayor incidencia en nuestro país.

Se trata rata de una investigación, que de acuerdo con la información dada a conocer por la Agencia para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología (DICYT), se enmarca en el proyecto nacional MCC-Spain (Estudio Multi-Caso Control poblacional de tumores de alta incidencia en España) cuyo fin último es analizar la influencia de factores ambientales y su interacción con factores genéticos en cuatro tipos de tumores: cáncer colorrectal, de mama, gástrico, de próstata y leucemia linfática crónica. Este estudio se puso en marcha en 2008 y actualmente cuenta con la participación de 17 grupos del CIBERESP (CIBER de Epidemiología y Salud Pública), entre ellos el del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (IBIOMED).

Antonio José Molina, investigador del Grupo de Interacción Gen, Ambiente y Salud del IBIOMED, ha explicado que se han analizado 227 muestras de agua de 67 municipios españoles y 9 muestras de agua embotellada (las correspondientes a las marcas más vendidas). Entre estos municipios se encuentra la capital leonesa y 12 pueblos de la provincia, que se consideran representativos en función del número de casos de cáncer y de controles que forman parte del estudio.

“Queremos, -explica Molina-, conocer la exposición que supone el agua y los productos que hay en ella como posibles cancerígenos. Se ha observado que la exposición al agua puede estar asociada a determinados compuestos que pueden ser cancerígenos e interesa estudiar cuáles son los niveles en España, porque hay poca información. El objetivo es conocer a qué cantidad está expuesta cada persona, cuánta hay en un lugar, qué uso del agua hace cada persona y durante cuánto tiempo y en función de estos datos hacer un modelado sobre el tiempo que ha estado expuesta esa persona a nitratos o a otros componentes”.

El estudio concluye que la cantidad de nitrato presente en el agua municipal no excede los límites legales en ningún caso pero difiere entre regiones, y que elementos de traza como arsénico, níquel o cadmio están presentes en concentraciones tan pequeñas que son incuantificables en la práctica totalidad de las muestras, tanto de agua corriente como de agua embotellada.

El trabajo también ha estudiado el origen del agua que se consume. "En los pueblos de León, -comenta Molina-, procede mayoritariamente de pozos y manantiales, mientras que en la ciudad es agua superficial y procede de embalses. En otros lugares como Barcelona hay desaladoras y dependiendo de este origen nos vamos a encontrar que las concentraciones de compuestos pueden variar".

El proyecto continúa su investigación, que implica el reclutamiento de casos de los distintos tipos de cáncer que se compararán con un mismo grupo de control.  En total, avanza Antonio José Molina, “se han reclutado cerca de 10.000 personas a quienes se someterá a un cuestionario estructurado, que incluye información detallada sobre factores sociodemográficos, ocupación, antecedentes personales y familiares, hábitos de vida y dieta; y la obtención de diversas muestras biológicas para la utilización de biomarcadores”