Los directores universitarios de las Escuelas de Informática reivindican una regulación de la profesión

Ramón Ángel Fernández, director de la escuela de la ULE, asistió a la Conferencia de Decanos de Ingenierías Informáticas de Castilla y León, celebrada este fin de semana en Valladolid.

“El compromiso político con la regulación de la profesión de Ingeniería Informática debe ser el primer paso para afrontar el problema de la seguridad informática y para incrementar el impacto económico de la actividad tecnológica y de la transformación digital, de empresas e instituciones”. Los catorce responsables de Ingeniería Informática de los centros universitarios de Castilla y León, reunidos este fin de semana en el Palacio de Santa Cruz en la Conferencia de Directores y Decanos de Ingenierías Informática, manifestaban de este modo su preocupación ante la falta de regulación de la profesión, sobre todo en un momento actual de vulnerabilidad de los servicios críticos como la sanidad, el transporte y la energía. En esta reunión estuvieron representadas las universidades de Burgos, Católica de Ávila, León, Miguel de Cervantes, Pontificia de Salamanca, Salamanca (con dos escuelas en Salamanca y Zamora) y Valladolid, con otras dos ubicadas en Valladolid y Segovia.

Ramón Ángel Fernández, director de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de León, participó en este encuentro con la Federación de Asociaciones de Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Electrónica de Castilla y León (AETICAL) y con el Colegio Profesional de Ingenieros en Informática. “Lo mismo que la construcción de un túnel ha de estar certificada por un ingeniero de Minas, que la elaboración de un proyecto informático vinculado a un proceso crítico para la seguridad de servicios y personas, como por ejemplo Hacienda o el sistema de Salud, esté certificado por un Ingeniero Informático, es algo que debería estar regulado desde hace tiempo”, señala Ramón Fernández.

Tras el encuentro, el director de la Escuela de Ingeniería Informática de la UVA, Benjamín Sahelices, en representación de los centros en los que se imparte esta formación en Castilla y León, así como el presidente de AETICAL, Agustín Lorenzo, y el decano del Colegio Profesional, Jaime Díez Zurro, dieron a conocer un documento en el que recogen la situación actual de la profesional así como algunas consideraciones en relación  con la formación de ingeniería informática, el mundo empresarial tecnológico y los profesionales.

En dicho documento recogen cómo “la situación actual de la profesión, que no se encuentra regulada y que sitúa al colectivo de profesionales de ingeniería informática en un segundo plano y en situación de desventaja en su desarrollo personal”, una situación que califican de “suicida” dentro de un entorno caracterizado por la creciente importancia económica del sector tecnológico en la región. El colectivo avanza su malestar ante el momento de vulnerabilidad que se atraviesa en sectores como el transporte, la energía y la sanidad “donde no se justifica de forma alguna que no se exija la firma de un ingeniero en informática ni siquiera en proyectos informáticos vinculados a procesos críticos para la seguridad de servicios y personas”.

El hecho de que la formación de ingeniería informática está diseñada para generar profesionales con una comprensión exhaustiva de sistemas hardware y software involucrados en un proyecto informático, los representantes de ingenierías informáticas de la región manifestaron la urgente necesidad de que “todo proyecto informático, al menos para los servicios críticos,  requiera la firma de un profesional con titulación de ingeniero en informático, pues ellos son los únicos que pueden garantizar que estos sistemas cumplan con los cánones de calidad y de seguridad imprescindibles para generar servicios confiables en un entorno caracterizado por la complejidad tecnológica y la vulnerabilidad”.