"Los virus entéricos representan un serio problema para la Salud Pública"

En su incorporación a la Academia de Ciencias Veterinarias de CyL, David Rodríguez Lázaro, alertó del problema y se mostró partidario de la estrategia denominada ‘una salud’.

En su discurso de incorporación a la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León (AVETCYL), que se celebró en la tarde de ayer en el Paraninfo Gordón Ordás del Edificio El Albéitar de la Universidad de León (ULE), David Rodríguez Lázaro, licenciado en Veterinaria y en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la ULE y doctor en Biotecnología por la de Gerona, pronunció una conferencia en la que explicó que los virus entéricos “representan un serio problema en Salud Pública, tanto por el número de casos que provocan, como por el coste económico asociado a su tratamiento”.

El nuevo académico, que en la actualidad dirige el Área de Microbiología de la Universidad de Burgos, que estuvo representada en el acto por su Rector, Manuel Pérez Mateos, se refirió al potencial zoonótico de algunos de dichos virus, como es el caso particular de la hepatitis E, que les confiere además un carácter emergente.

Hay que apuntar que las ‘enfermedades zoonóticas’ son aquellas que se transmiten al hombre por contagio directo con el animal enfermo, sea a través de algún fluido corporal o mediante la presencia de intermediarios como mosquitos u otros insectos. También se pueden contraer estas enfermedades por el consumo de alimentos de origen animal que no cuenten con los correspondientes controles sanitarios, o por frutas o verduras crudas mal lavadas.

La presentación de David Rodríguez corrió a cargo de la Académica de Número Rosa Capita González, que destacó en sus palabras los numerosos méritos que adornan el perfil profesional y humano del ponente, que en su intervención ofreció algunos datos sobre los brotes alimentarios asociados a virus entéricos, que supusieron el 20’4 % del total en el 2014, y el 9’2 % en el 2015, año en el que afectaron a 14.754 personas.

El nuevo académico apuntó que en cuanto a los alimentos involucrados, “los norovirus estuvieron implicados en el 25% de los brotes en productos pesqueros, solo superados por la histamina 52’5%, y siendo muy superior a aquellos asociados a Salmonella 12’5%”. Respecto a los lugares, señaló los servicios de restauración colectiva, salvo en el caso de la salmonella, en el que los brotes “fueron cuatro veces más frecuentes en el hogar que fuera de éste”.

EL PROBLEMA EMERGENTE DE LA HEPATITIS E

En la conferencia se dedicó especial atención al virus de la hepatitits E, por ser de transmisión zoonótica y constituir un problema emergente. “Su transmisión alimentaria, -explicó David Rodríguez-, se demostró por primera vez en grupos de pacientes japoneses después de consumir carne cruda o poco cocida de cerdos salvajes o ciervos”.

En Europa el virus ha sido detectado en productos de carne de cerdo en varios países, además de otros alimentos “como mejillones, mariscos y otros bivalvos, y más recientemente en productos frescos como lechuga y frambuesas, así como leche de vaca y cabra”. La infección se puede contraer a través de productos cárnicos producidos localmente, y señaló expresamente la carne de caza y de cerdo procesada.

El elevado impacto asistencial y económico asociado al carácter emergente de los virus entéricos ha provocado que, según explicó David Rodríguez, “tanto científicos como instituciones en Salud Pública centren sus esfuerzos en su detección y control”, aunque los datos pueden estar subestimados por la ausencia de métodos que hagan posible conocer con exactitud su incidencia en las diferentes etapas de la cadena de producción alimentaria, y “en especial aquella que se dedica a la transformación de productos de origen animal”. Por ese motivo el ponente se mostró partidario de “calibrar los procedimientos actuales de desinfección en la industria alimentaria para poder establecer de una manera fehaciente una evaluación cuantitativa del riesgo vírico en los alimentos”.

Las palabras de David Rodríguez concluyeron con un llamamiento a la aplicación de la estrategia ‘una salud’, que se articule en torno a tres pilares, “el control en la producción primaria (sanidad animal), en la comunidad (sanidad humana) y en el medio ambiente (sanidad ambiental)”, y en la que defendió que “el papel del veterinario ha de ser esencial”.