Un trabajo de IBIOMED publicado en “British Journal of Cancer” muestra el efecto positivo de la melatonina en tumores hepáticos.

(Fotografía: La investigadora Sara Carbajo-Pescador)

La revista “British Journal of Cancer” ha publicado un trabajo del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (IBIOMED), que pone de manifiesto que la utilización de la melatonina podría tener interés, al menos como coadyuvante, en el tratamiento del hepatocarcinoma, el tumor hepático de mayor frecuencia y el quinto que más casos registra a nivel mundial.

Se trata de un trabajo que, tal y como ha dado a conocer DICYT (Agencia para la difusión de la Ciencia y la Tecnología), forma parte de la tesis doctoral de la investigadora Sara Carbajo, y que se enmarca dentro de las líneas de investigación del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd) del Instituto de Salud Carlos III, una red nacional de investigación en este campo de la cual forma parte el IBIOMED.

Desde hace varios años, IBIOMED estudia las propiedades antitumorales de la melatonina, una hormona producida por la glándula pineal, que tiene diversos efectos fisiológicos como la regulación de los ritmos biológicos. También se ha demostrado que posee una gran capacidad antioxidante y de regulación de la muerte celular programada o apoptosis.

Investigaciones desarrolladas en células tumorales de diversa procedencia han mostrado que, mientras en células sanas la melatonina inhibe la apoptosis, en las de origen tumoral se produce una estimulación de los procesos apoptóticos que lleva a su muerte. El grupo de investigación del Ibiomed coordinado por José Luis Mauriz y Javier González Gallego, demostró en trabajos anteriores que la melatonina estimula la apoptosis en células tumorales hepáticas de la línea HepG2, y que este efecto se asocia a un aumento en la expresión de los receptores MT1 y NQO2 (localizados en la membrana celular) y ROR-alpha (del núcleo), así como a una inducción de la proteína proapoptótica Bim a través de la entrada en el núcleo del factor de transcripción FoxO3a.

En un trabajo recién publicado en British Journal of Cancer los investigadores del Ibiomed, en colaboración con la Universidad de Valencia y el Servicio de Oncología del Hospital de León, han analizado la capacidad de la melatonina para inhibir la angiogénesis, “un proceso por el que se forman nuevos vasos sanguíneos para aportar oxígeno y nutrientes a las células tumorales, favoreciendo así el crecimiento tumoral y el desarrollo de metástasis”, tal y como ha explicado a DiCYT Javier González Gallego.

POSIBILIDAD DE APLICACIÓN EN EL TRATAMIENTO DE TUMORES HEPÁTICOS

En esta investigación se trataron células tumorales hepáticas con melatonina bajo condiciones de normoxia (cantidad normal de oxígeno) o hipoxia (falta de oxígeno) inducida mediante cloruro de cobalto. “La menor disponibilidad de oxígeno dentro del microambiente tumoral contribuye a la progresión del tumor gracias a la liberación del factor HIF1alfa, que induce la expresión de genes como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), esencial para la angiogénesis”, resume el investigador.

En las condiciones de hipoxia, “la melatonina redujo la expresión de HIF1alfa, así como su localización nuclear y actividad transcripcional”. Asimismo, “inhibió el reclutamiento del complejo transcripcional formado por HIF1alfa y los factores de transcripción STAT3 y CBP/p300 en el promotor de VEGF”. En este sentido, el efecto antiangiogénico de la melatonina se confirmó mediante el ensayo de formación de tubos en células endoteliales de cordón umbilical humano (HUVEC).

La línea de investigación desarrollada en el Ibiomed podría ser aplicada en el tratamiento del hepatocarcinoma, un tumor hepático de gran frecuencia. No obstante, Javier González Gallego apunta que “se trata de estudios de carácter básico cuya traslación a la clínica aun requiere de una profundización en las vías de señalización implicadas y de ensayos en animales, antes de poder llegar a humanos”.