El Instituto del Vino de la ULE realizará un estudio del suelo de Bodegas Losada para mejorar la producción

Alberto Villena, vicerrector de Investigación de la ULE, ha suscrito esta mañana un convenio de colaboración con la empresa Bodegas Losada, representada por su presidente, Celso Penche, por el que a través del Instituto de la Viña y el Vino de la ULE, cuyo director Enrique Garzón también ha estado presente, se realizará un estudio de investigación sobre la composición del suelo que permitirá mejorar la calidad de la producción.

Este acuerdo ha sido posible gracias a una subvención de la Agencia de Desarrollo Económico de la Junta de Castilla y León que concede ayudas a empresas de la comunidad interesadas en la innovación e investigación de sus productos y como consecuencia en potenciar la competitividad empresarial. En este caso la ayuda concedida a Bodegas Losada y con la que se sufragará la investigación del Instituto de la Viña y el Vino es de 77.257 €.

Garzón ha destacado que “es importante conocer las particularidades de los terroir donde adquirimos la materia prima de mayor calidad para la bodega y asegurar, mediante el manejo oportuno, un mantenimiento de las calidades vegetativas y productivas de las cepas que en el suelo se asientan”. Bodegas Losada y la Universidad de León llevan trabajando en este estudio desde hace un año, pero la ayuda a la Agencia de Desarrollo fue solicitada posteriormente. “Teníamos claro que el estudio había que realizarlo igualmente, aunque la ayuda no fuera concedida, pues implicaba el conocimiento de unos parámetros distintos que inciden en la mejora del vino”.

Durante este año de se han establecido algunos trabajos en el tema de penetración del agua y del enraizamiento de la plantas que según sus responsables están dando buenos resultados, sin embargo aún “hay que esperar tiempo para valorar otros factores y los efectos que tendrán las investigaciones en laboratorio”.

Hasta hace pocos años el sector vitivinícola se preocupaba principalmente de los procesos de elaboración, sin tener en cuenta el factor del suelo ni el viñedo en general como parte gestora de la materia prima. En este sentido, la gran mayoría de las bodegas españolas, y en mayor medida en las bodegas de la comarca del Bierzo, —según explica Enrique Garzón— se encuentran con “un gran desconocimiento sobre los suelos sobre los que se asientan sus viñedos, ignorando las características que limitan la obtención de unas producciones de calidad. En un escalón superior, nosotros planteamos la necesidad de no solo conocer en qué medida afectan estas características limitantes a nuestros viñedos, sino cómo influyen en la calidad de los mostos obtenidos en ellos”