Los alumnos de Ingeniería Minera realizarán prácticas en las obras de la línea de alta velocidad.

Los ingenieros responsables de las obras de la  línea de alta velocidad Madrid – Galicia, encuadrada en el Corredor Norte/Noroeste, que actualmente construye el Ministerio de Fomento a través de la empresa ADIF, han ofrecido a la Escuela de Ingeniería Minera de la Universidad de León (ULE) la posibilidad de que sus alumnos desarrollen prácticas formativas en su empresa, oferta que ha sido muy bien acogida y que se encuentra en fase de estudio y concreción.

La posibilidad de llevar a cabo esta colaboración se planteó con motivo de una visita de un grupo de alumnos del Grado de Ingeniería Minera de la ULE, que realizaron el pasado 24 de abril un recorrido por las obras de un túnel en construcción en Orense, acompañados por la profesora Ana Mª Castañón García. Los estudiantes tuvieron oportunidad de comprobar el ciclo completo de avance en los dos tubos paralelos de 1200 metros, en una salida práctica que está contemplada en el ciclo formativo que se desarrolla en la Escuela de Ingenieros de Minas, y que tiene por objeto la aplicación de los conocimientos adquiridos en las asignaturas técnicas.

Junto a la oferta de prácticas, los ingenieros que acompañaron al grupo explicaron a los jóvenes las diferentes salidas profesionales que tienen los futuros graduados en el campo de la obra subterránea.

UNA INFRAESTRUCTURA QUE FAVORECERÁ LA COHESIÓN SOCIAL

Las obras que se están desarrollando en el trazado ferroviario constituyen una infraestructura que, junto con el Eje Atlántico entre La Coruña y Vigo, harán vivir a los gallegos una revolución en sus condiciones y tiempos de viaje por ferrocarril. El accidentado relieve de la zona ha dificultado históricamente las comunicaciones ferroviarias con el centro peninsular. De hecho, la primera línea directa entre Madrid y Galicia, por Zamora y Ourense, no se logró hasta 1958. El 10 de diciembre de 2011, tras finalizar todos los trabajos de infraestructuras entre Ourense y Santiago y una vez concluidos los trabajos de electrificación y mejora integral de la línea entre Santiago y A Coruña, entró en servicio la línea Ourense-Santiago-A Coruña, de 150 kilómetros de longitud.

En su construcción se han invertido más de 3.300 millones de euros. La nueva línea se construye en vía doble electrificada, con parámetros de alta velocidad, y está diseñada para velocidades máximas de 350 km/h. La llegada de la alta velocidad supone además, para las estaciones de su recorrido, obras de adaptación y modernización de instalaciones, así como una mejora del urbanismo de las ciudades, y constituye una clara apuesta por el ferrocarril como medio de transporte que favorece la cohesión social y la dinamización económica.