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Una paella ha despedido la "Semana de Orientación" para estudiantes internacionales de la ULE.

20 Sep, 2013

El tiempo se ha sumado a la última jornada de la Semana de Orientación de la Universidad de León (ULE), y el sol ha hecho aún más agradable el desarrollo de las actividades organizadas para los estudiantes internacionales, que se han cerrado este mediodía con una comida al aire libre en el campus de Vegazana.

En total son 265 los estudiantes internacionales que han tenido oportunidad de disfrutar de un plato tan típicamente español como la paella que, acompañada de refrescos, ha sido repartida generosamente por los trabajadores del Área de Relaciones Internacionales.

Dos profesores, Arsenio Terrón y Luis Panizo, se han ocupado de los fogones y han puesto sus conocimientos culinarios al servicio de una buena causa, “dejar un buen sabor de boca” a los jóvenes que han llegado a León para cursar sus estudios y de paso conocer un poco mejor la lengua, costumbres y cultura de nuestro país.

Aunque el curso se inaugura de forma oficial el próximo viernes 27, los estudiantes internacionales llevan ya un par de semanas en León, tiempo en el que han podido buscar alojamiento, también han mejorado su español y han dado sus primeros paseos por nuestras calles.

El Área de Relaciones Internacionales de la ULE se ha ocupado de organizar el intenso y variado programa de actividades de la “Semana de Orientación”, que ha servido para que los visitantes conozcan el campus y los servicios que la ULE pone a su disposición (deportes, residencias, bibliotecas, cultura, …).

Se han desarrollado visitas guiadas por la ciudad, tardes de cine español, rutas por algunos rincones de la provincia (Las Médulas, Astorga), y finalmente una última jornada festiva, celebrada hoy, en la que han podido disfrutar de juegos, concursos, bailes latinos y una estupenda paella como punto final.

Después de tantas novedades, los estudiantes internacionales se sienten sin duda cada vez más integrados, hasta el punto de que algunos han hecho suya otra costumbre local: ¡la siesta reparadora después de una buena comida!